jueves, 28 de mayo de 2015

Collage de recuerdos

Ahora pueden resultar un calentaero de cabeza que viene a sumarse a las diversas ocupaciones que se multiplican en el día a día con niños pequeños. Pero ten por seguro que serán un bonito recuerdo cuando tus hijos crezcan. Al menos es lo que me dicen madres que completaron álbumes de fotos de cuando sus ahora adolescentes eran unos retoños, que escribieron en cuadernos datos y anécdotas de sus primeros años de vida, que guardaron en cajas las primeras manualidades que hicieron en el cole... 

Aquí van una serie de variaciones de estas "cápsulas del tiempo", collage de recuerdos en los que merece la pena invertir un poquito de tiempo y esfuerzo.


  • Diario. Tampoco hay que escribir todos absolutamente todos los días. La periodicidad la marca cada uno. Sí que es conveniente anotar la fecha y un breve comentario de algún hito que te resulte de interés en la vida de tu hijo: cuándo consiguió darse la vuelta solo, ponerse de pie, dar sus primeros pasos, cuál fue su primera palabra, sus comidas favoritas... Incluso hay quienes anotan las veces que se han enfermado sus pequeños y de qué.

  • Álbum de fotos. Como en el caso del diario, cada cual establece el criterio de qué fotos incluir. Habrá quien priorice la calidad de la instantánea sobre el contenido, y viceversa, o quien decida incluir una foto de cada día del primer año de vida de su hijo, o una foto por cumplemes en los primeros dos años, o tan solo fotos de "sus primeras veces" (su primer potito, sus primeros pasos, su primer helado...). El abanico de posibilidades es tan amplio como personas estamos en el mundo. Lo importante es que sea significativo para ti. Ideales para este propósito son los álbumes de fotos que reservan espacio en los márgenes para que se puedan escribir dos o tres líneas. Con anotar la fecha y una breve descripción será suficiente para que, en un futuro, cuando veas el álbum, traigas al presente los recuerdos unidos a la foto. O bien puedes optar por comprar el libro-álbum y en él vas encartando las imágenes conforme las vas haciendo, o bien, a año cumplido, puedes editar un álbum digital. En Internet hay diversos estudios fotográficos que te ofrecen la posibilidad de confeccionar el álbum a tu antojo sobre una maqueta que ellos facilitan. Para ello, tan solo tienes que descargarte el programa de edición que usen y, cuando ya hayas metido las fotos y contenidos que desees, se lo mandas, ellos lo procesan y te lo envían por correo postal. 

  • Libros de recuerdos. Estos los venden ya editados. Los contenidos están organizados por diferentes áreas y en cada sección hay que cumplimentar una serie de datos, pegar fotos e incluso dejar que los peques hagan en ellos sus primeros garabatos. Por ejemplo, en el que yo tengo, y entre otros apartados, hay espacio para un pequeño árbol genealógico del bebé, para que el padre y la madre le escriban algunas líneas, para la ficha de su nacimiento, para dejar las huellas de sus pies y de sus manos, así como páginas dedicadas a cada mes del primer año donde, además de pegar la correspondiente foto, se pueden escribir anotaciones.  

  • Cajas de tesorillos. Vale mismamente una caja de zapatos -aunque, con el tiempo, evidentemente tendrás que mudar el contenido a cajas más grandes-. En ellas guardarás aquellos objetos íntimamente unidos a la vida del bebé: la pinza con el trocito de cordón umbilical, la pulserita que llevó en el hospital, las tarjetas de felicitación que recibiste por su nacimiento, sus primeros patucos, su primer chupe... cada cual elegirá lo que juzgue más significativo. 




viernes, 22 de mayo de 2015

Tiempo para ti




Esta mañana ha pasado algo increíble que me ha llenado de energía superpositiva y creo de justicia compartirlo con vosotros, madres y padres. “Esta canción va para ti”, me ha dicho mi marido mientras ponía en su móvil una canción de un grupo murciano que me gusta muchísimo que se llama Second. Y esta canción me ha conectado con mi yo más personal y particular: ni con la madre cambia-pañales ni con la esposa ni con la escritora ni con la amiga, la hija, la hermana, la prima… que también soy. No. Con mi yo personal e intransferible del que me olvido ahora con más frecuencia, dada la intensidad que supone, sobre todo, ser madre de dos hijos pequeños. 

Ahí va mi consejo: de vez en cuando, es más que recomendable, mamis y papis, dejar por un momento todo y darle un homenaje a ese yo que queda al margen, pero que es el sostén de todos los yo que conforman nuestra personalidad. Cuidémoslo. Cuidémonos. Y dediquémosle a este yo al que me refiero los minutos que dura una canción, que tardamos en leer el capítulo de un libro o en degustar ese té o café que tanto nos gusta,…

Comparto la canción que ha motivado este post.





miércoles, 20 de mayo de 2015

Mejor no tomar en la lactancia

Circulan en Internet listados de alimentos cuya ingesta no es recomendable durante la lactancia. Los que yo no he tomado mientras he estado dando el pecho, siguiendo indicaciones del pediatra y de mi matrona, son:

  • Infusiones de salvia o de menta poleo. No las he tomado porque, al parecer, inhiben la leche.
  • Café con cafeína y té negro.
  • Pescados con alto contenido en mercurio. Más información aquí.
  • Perejil.
  • Espárragos blancos.
  • Picante.
No obstante y, como siempre indico, si tienes dudas al respecto, consúltalo con tus especialistas.



lunes, 18 de mayo de 2015

Gases fuera

Los gasecitos en la tripa son un problema para muchos bebés durante sus primeros meses de vida y, por extensión, para sus madres y padres: genera una gran impotencia ver llorar desconsoladamente a tu hijo dada la dificultad que tiene de expulsar esos gases que le anudan la tripa. ¿Qué hacer?

  • Hacerle expulsar los gases después de cada toma. Parece de Perogrullo, pero es muy importante que, tras la toma, el bebé expulse los gases generados y no los vaya acumulando. La postura clásica es cogerlo de tal manera que quede como “asomado a la ventana” desde nuestro hombro y mientras tanto darle golpecitos muy, muy suaves en la espalda. A mí me ha funcionado también bastante bien “hacer el avión” con mis hijos: de pie, tienes que sujetar al bebé boca abajo de manera que sostengas su cuerpo con tu antebrazo –pongamos, el del brazo izquierdo- y con la otra mano –la derecha- le vas dando un masajito en la tripa. Si, además, al mismo tiempo, te mueves pivotando sobre tus pies, es bastante probable que el movimiento ayude al bebé a echar los gases.
  • El cojín de huesos de cereza. Este remedio me lo recomendó mi matrona. Compré el cojincito en una droguería. También los he visto en herbolarios y, naturalmente, por tiendas online también lo puedes conseguir. Es de muy fácil uso y ayuda bastante. Tienes que ponerlo a calentar en el microondas y, cuando veas que no quema, se le pone sobre su ropa a la altura de la barriga. De todas formas, léete las instrucciones de uso, por si tiene especificaciones que debes seguir.
  • "La bicicleta". Tumbamos al bebé sobre una superficie plana y segura y, con mucho cuidado, movemos sus piernecitas como si estuviera pedaleando en el aire. Funciona.
  • Masajes con aceite de comino. Aquí en Berlín hay grupos para madres en los que te enseñan cómo dar estos masajes y qué aceites puedes emplear para, en este caso, calmar las molestias que tu bebé tiene por culpa de los gases. Yo no he participado en ninguno, pero mi matrona sí que me recomendó aplicar aceite de comino y masajear la barriguita del bebé siguiendo movimientos circulares, siempre en la misma dirección. Ayuda bastante.
  • Poner el cojín de lactancia en el moisés o en la cuna, de manera que el niño esté más incorporado. Al poco, cambiar la postura, poniendo al bebé boca abajo, con los brazos apoyados en el cojín, como "asomado". Hay que probarlo todo. Pero, en cualquier caso, los cambios de postura facilitan la expulsión de gases. Eso sí, hay que vigilar en todo momento.
  • La matrona me recomendó darle a mi hija infusiones de hinojo a cucharaditas, pero a mi niña no le gustaba. Por lo visto, esto suele funcionar.

Si ves que los gases son muy molestos y sus lloros muy persistentes, no dudes en consultarlo con tu matrona y con el pediatra. 


martes, 12 de mayo de 2015

Con las tomas, ¡paciencia!

Cada toma puede durar entre 20 y 50 minutos. Varía mucho de un niño a otro y también cambia conforme los bebés van creciendo y van cogiendo el ritmo del día a día. Además, a medida que el día avanza, las tomas van durando menos. En cualquier caso, y hasta que el cuerpo se habitúa, es un tanto agotador. Sobre todo en los primeros meses, hasta que una se adapta a la nueva situación, conviene tener cerca:

  • Un cojín de lactancia.
  • Un botellín de agua (o una infusión de manzanilla) y algo ligero para picar (nueces y pasas, trocitos de manzana, por ejemplo).
  • Una buena película (o un buen libro, o una revista interesante...).
  • ¡Y paciencia!

Consulta con tu matrona o ginecóloga cualquier duda que tengas sobre la frecuencia de las tomas y su duración. Estarán gustosas de ayudarte.


lunes, 11 de mayo de 2015

¡Nos vamos de viaje!

Sí, da una pereza terrible nada más el hecho de pensar en la de cosas que hay que preparar ante un viaje con niños pequeños, tantas que hasta se quitan las ganas de ponerse en camino. Pero, ¡no agobiarse! Para eso está este blog, para ayudarte un poquito al menos a aclararte sobre qué cosas echar a la maleta y qué puede quedarse en casa. 

Claro que depende del tipo de viaje que vayas a hacer (si se trata de una escapada de fin de semana o de una estancia de más días), qué medio de transporte usarás (esto también influye) y a dónde viajes (no es lo mismo hospedarse en un hotel que en casa de tu madre o tu suegra, donde siempre existe ese "armario mágico" en el que hay sorprendentemente de todo lo que necesitas).

En cualquier caso, puede serte de utilidad reparar en lo siguiente:

  • Sillita ligera, pero con un mínimo de comodidad. Llevar la silla que normalmente usamos es un error, máxime cuando se viaja en avión, máxime en caso de carricoches caros. En las cargas y descargas de los aviones no suelen tener demasiada consideración con estas piezas, más delicadas que las maletas. Nosotros compramos una sillita mu apañá con respaldo reclinable, capota, bolsa inferior y más o menos fácil de guiar. Y, además, a un precio muy económico. En el mercado hay una amplia oferta. Siempre llevamos un candado como el de las bicis, por si en algún sitio hay que dejarla atada fuera. 
  • Plásticos para la lluvia y sombrilla.
  • Si viajamos en invierno, un saco que se adapte bien a la sillita.
  • Una mantita (ligera, para verano y los entretiempos; un poquito más gruesa para el invierno). Si viajas en avión, normalmente te dan una si la pides. Pero, vamos, que no huelga echarla en el equipaje de mano.
  • Según donde se vaya, es aconsejable llevar una red-mosquitera. Hay algunas que valen tanto para tapar la cunita como para el carricoche.
  • Cuna de viaje. Si se va a hotel, es importante asegurarse de antemano de que ponen cunita para el bebé o cama auxiliar para el niño. Si no, habrá que llevarse una cuna de viaje. En grandes almacenes hay a buenos precios.
  • Calienta-aguas. Nos servirá para calentar el agua del bibe o papillas, si bien también podremos usar el agua calentada en ese recipiente para meter en ella el tarro del potito y poder calentar la comida de manera indirecta.
  • Si al bebé ya no se le da pecho y precisa de comida adaptada (potitos, papillas, biberones), hay que llevar también esto en el equipaje. En función de a dónde viajes, puedes llevarte solamente cantidad como para un día y ya en destino compras lo que necesites.  
  • Termo para la comida del bebé. Llevar el puré calentito guardado en un termo te dará mucha más libertad de movimiento. Podrás alimentar al bebé dónde y cuándo quieras.
  • Documentación del bebé. ¡Importantísimo! El bebé tiene que ir identificado en todo momento, con su pasaporte o DNI y la cartilla médica, incluida la tarjeta de vacunación.
  • Pequeño botiquín: No puede faltar Paracetamol (en supositorios, para casos de fiebre; consulta la dosis con tu pediatra), sales (en caso de que le dé diarrea, para que no se deshidrate), jarabe para la tos, gotas para la nariz y termómetro digital. Cuando los niños tienen ya dientes, hay que añadir el cepillo de dientes y pasta adaptada para ellos.
  • La bolsa de paseo (con todas sus cosas).
  • Botecitos de aseo personal: gel, aceite, champú, crema de cara, crema para la irritación del culito. 
  • Pañales y toallitas húmedas.
  • Ropa y bodys
  • Una muda adicional a la de la bolsa de paseo, para llevar en el equipaje de mano.
  • Tener a mano una bolsa, por si el bebé vomita durante el viaje.
  • En viajes de avión, y siguiendo el consejo de la pediatra, tanto para el despegue como para el aterrizaje es recomendable que el bebé vaya mamando o, si es ya mayorcito, tragando o chupando algo -algún zumito, un puré de frutas para beber...-, para que no se le taponen los oídos.


domingo, 3 de mayo de 2015

¡Felicidades, mamás!

Queridas mamás, ¡muchísimas felicidades! Hoy es una ocasión perfecta para festejar por todo lo alto nuestra condición de madres. ¡Orgullo materno! Hace poco escribí sobre la paciencia, ese don que tanto nosotras, mamás, como también los papás, tenemos que ejercitar cada día de nuestra vida. Comparto el artículo como regalo, además de esta foto que tomé hace unos días en el Jardín Botánico de Berlín.


PACIENCIA

Cuando el pañal no logra absorber lo suficiente y empapa y ensucia la ropa que acabas de ponerle limpia –habitual secuencia de hechos-, paciencia. Cuando te vacía los armarios y dispersa el contenido por el suelo de toda la casa, paciencia. Cuando vuelca el cuenco de comida, paciencia (seguir leyendo)