lunes, 31 de agosto de 2015

La habitación del niñ@

Es una de las causas de estrés en las madres y en los padres primerizos. ¿Qué es lo indispensable tener? Aquí van unas cuantas ideas.


  • La cuna. Aunque casi más que esmerarse en comprar una cuna cara, hay que procurar conseguir un buen colchón. Ahí sí que no hay que reparar en gastos.
    • Protector de colchón, para evitar, en caso de fugas, bocanadas o vomiteras, que cale al colchón.
    • Chichoneras.
    • Ropa de cuna. Es aconsejable tener en reserva varios juegos de cuna.
    • Hay quien prefiere tapar a los bebés con una mantita fina, fina. Otros los meten en saquitos de dormir. Esto va en gustos. Cuando son muy pequeños, me quedaba más tranquila usando los saquitos. Así no hay riesgo de que el crío, al moverse, se eche por encima la ropa de cuna.

  • Ropa.
    • Bodys. Como no sabemos cómo de grande será realmente el bebé, tendremos desde el tamaño 56 al 62 unos cuantos bodys. Serán de manga larga o corta en función de si se vive en climas fríos o cálidos. Para quienes vivan en climas fríos, aconsejo sin duda los bodys de seda y lana. Son supercalentitos y no pican.
    • Para bebés de invierno, conviene tener en la cajonera leotardos y jersecitos, lo que mejor les sienta para estar en casa, así como calcetines calentitos.
    • Unos cuantos conjuntillos vistosos para cuando se salga –de paseo, al médico...-.
    • Gasas, para ponerse en el hombro y echar al bebé a expulsar los gases. También podemos usarlas para poner sobre ellas la cabecita del bebé cuando lo echemos a dormir en la cuna –durante el primer año no usan almohada-.

  • Otras cosas:
    • Muñeco/peluchito musical. Lo pondremos cerca del bebé, pero no junto a él cuando lo echemos a dormir en la cuna.
    • Intercomunicadores. Son muy aconsejables en especial cuando la habitación donde duerme el bebe está lejos de la sala donde hacemos la vida habitual.
    • Moisés. Es muy práctico tener un moisés con ruedecitas, pues permite llevarlo a tal o cual habitación según nos convenga. De esa manera, el bebé está siempre bajo supervisión.



jueves, 20 de agosto de 2015

Recuperación física después del parto

El cuerpo de la mujer hace un trabajo muy grande e intenso durante el embarazo y por supuesto en el parto. Una buena recuperación física y anímica es obligada. 

  • Gimnasia posparto. Recomendada a partir de la sexta semana -en caso de parto natural- o de la octava semana -en caso de cesárea- después del parto. Las tablas de ejercicios están pensadas para fortalecer el suelo pélvico y tonificar la musculatura general. Son una muy buen transición para que, en un futuro próximo -el cuándo dependerá de tu situación concreta-, puedas retomar tu actividad deportiva y física habitual. En Alemania los costes de estas clases los cubren la mayoría de los seguros médicos.
  • Ejercicios adecuados a la situación en la que se encuentran los cuerpos. Hay mucho publicado al respecto.
  • Caminatas. Pasear sin prisa pero sin pausa es una muy buena forma de ir cogiendo tono y ritmo. Eso sí, con sus descansos correspondientes.
  • Pilates. Los ejercicios de Pilates sientan de maravilla. Cuando llevas meses dando el pecho y a mal dormir, las tablas de estiramientos son mano de santo. Mira a ver si te permiten llevar al bebé. Hay grupos de Pilates para mamás en los que los bebés son bienvenidos. Mientras ellos juegan y gatean, las mamás hacen deporte. Yo visité uno y no puedo sino recomendarlo.

En cualquier caso, y como siempre digo, nunca está de más pedir asesoramiento al respecto a tu matrona o a tu médico de referencia. 





viernes, 14 de agosto de 2015

Cuando aprieta el calor

Calor y niños es una ecuación casi imposible. No obstante, algunas pautas ayudan a los más pequeños, especialmente sensibles a las altas temperaturas, a llevarlo mejor.

  • Ventilar la casa durante las primeras horas de la mañana. Habrá que tener, eso sí, precaución y cuidado de no poner a los niños en las corrientes, ya que pueden constiparse. 
  • Mantener las habitaciones frescas -en especial, los cuartos donde duermen los peques-. Para ello, ayuda bajar las persianas y echar las cortinas una vez que hemos acabado de ventilar. Si se tiene aire acondicionado, puede ponerse a unos 27 grados un ratito antes de echarlos a dormir. 
  • Tener ropa de cama 100% algodón.
  • Garantizar una continua hidratación. Es muy importante que los niños beban constantemente líquido, preferiblemente agua, y del tiempo. 
  • Darles baños a demanda. Como a los adultos nos pasa, a los críos les van muy bien los baños de agua tibia, tantos como pidan. 
  • Evitar salir en las horas centrales del día. Si se sale:
    • Darles protección solar factor 50, en especial en cara, cuello, hombros y brazos. A los bebés, nunca en pies y manos (se los chupan continuamente). Es recomendable aplicar la crema una media hora antes de salir.
    • Ponerles un gorrito o gorra.
    • Vestirlos con ropa ligera.
    • Llevar un toldito o sombrilla en el cochecito o silla.  A los bebés no les puede dar el sol directo.
    • Hay quienes, para quitarse un rato de calor y darse una vuelta, eligen los centros comerciales como opción de ocio en días de altas temperaturas. Por precaución es recomendable echarse alguna chaquetita o colchita fina para los niños. El aire acondicionado suele estar muy alto en estos locales y si el peque se queda dormido en el carro puede enfriarse si está demasiado descotado/destapado. Además, los críos son especialmente delicados y los cambios bruscos de temperatura -al pasar del fresquito del centro comercial al calorín de la calle y viceversa- no son nada buenos para ellos.





martes, 11 de agosto de 2015

¡Esas comidas! ¡Ay!

Hay comidas que nuestros niños tienen atravesadas. Pero esto no es ninguna rareza de la niñez. A los adultos también nos pasa que hay platos que, por muy bien cocinados que estén, hasta el mero olor nos causa unas náuseas increíbles. 

Mi hija mayor come bastante bien. Hay pocas cosas que no le gustan y creo saber por qué no: tiene bastante que ver en el rechazo que siente hacia estas comidas el hecho de que las asocie de alguna manera con haberlas tomado estando enferma. Asocia tener el cuerpo revuelto con ciertos sabores. Muy claro es el ejemplo de la tortilla de jamón york y queso, que se la comía de maravilla hasta que un día se la preparamos y eso no eran arcadas, sino lo siguiente: estaba en pleno resfriado. Aún hoy no ya este tipo de tortilla, sino cualquier otra tortilla le deberá recordar aquellos días en los que estuvo pachucha, el caso es que le cuesta comérselas, al igual que el queso fundido, que es furor para muchos niños, y ella sin embargo no lo soporta. 

Tampoco le gusta el yogur con trocitos de fruta ni los picatostes en las cremas de verduras, es decir, comidas/alimentos trituradas/os que incluyen tropezones. Esto creo que sucede por la textura, que puede le recuerde a la del vómito.  

La experiencia me ha dicho que lo mejor ante estos casos es no insistir. Si a la criatura no le gusta esto o lo otro, pues no se le prepara y punto. Es mucho más lo que le gusta que lo que no. Probablemente con el paso del tiempo no asocie tal comida o alimento con tal o cual mal rato pasado y vuelva a comer aquello que hoy por hoy odia. 




miércoles, 5 de agosto de 2015

¡Al acuario!

En el primer cumpleaños de nuestra hija, mi marido y yo decidimos hacerle un regalo muy especial: llevarla a visitar el acuario. No pudimos haber tenido mejor idea. Le encantó. Los movimientos continuos y rápidos de la mayoría de los animales, el colorido de la fauna y flora de las peceras y la iluminación especial de los tanques de agua, contrastan con la tenue luz habitual en las salas de estos sitios y con la quietud a la que esto invita, lo que ayuda a los bebés a centrar la atención en lo expuesto.

Cierto es que no pudimos detenernos en cada cosa lo que hubiéramos deseado, pero echamos una mañana muy agradable en la que disfrutamos a la par que la cría.

Por tanto, no puedo sino animarte a llevar a tu hijo, ahijado, sobrino, nieto, etc. al acuario, excursión recomendable para hacer desde que los niños son bien pequeñitos.