lunes, 26 de octubre de 2015

Cambios durante el embarazo

Cambios, muchos, continuos y profundos, se suceden durante el embarazo. Hay mujeres a las que les afectan más estos cambios, a otras les pasarán más desapercibidos, pero todas vivimos experiencias que hacen únicos estos meses: mayor sensibilidad para los olores, pelo más fuerte y con más brillo, tendencia a la náusea, encías inflamadas, ardor de estómago... vamos, que una se reconoce poco en la piel que habita estando embarazada. 

Toca asumir que esto es cuestión de unos meses y que, tras el parto, iremos recuperando la normalidad poco a poco. Por tanto, durante y después, mucha calma y más paciencia.




lunes, 19 de octubre de 2015

Ideas de regalos: desde el comienzo (II)

Escayolas enmarcadas

Si nunca has comprado regalo alguno a un bebé y llega el día en el que te ves en la situación de tener que regalarle algo a un recién nacido, una cosa que queda bastante original -y ya te sales un poco del tema patucos, ropita de primera puesta y biberones- es el kit de marco de madera y bolsitas de escayola en la que quedarán impresas las huellas de pies y manos del peque. 

Estas "huellas para el recuerdo" tienen su punto porque, a los años, cuando el crío mida dos metros, cuando la cría ande esperando sus propios críos, le resultarán un testimonio muy visual de aquellos primeros días, meses de vida. Además, les servirán como excusa a las madres y padres de la criatura inmortalizada para enumerar -por enésima ocasión- las anécdotas en torno al nacimiento del susodicho que forman ya parte de la historia familiar. 







miércoles, 14 de octubre de 2015

Parque de juegos: SÍ

Para mí la opción del parque de juegos se volvió en imprescindible como zona de esparcimiento para mis hijos a partir de los seis, siete meses, pues tengo dos perros y los peques necesitaban un sitio tranquilo en el que jugar.

Tanto el parque de juegos como el corralito infantil -especie de cerca modulable- son buenas opciones cuando el bebé tiene ya unos meses, puede ya sentarse, ponerse de pie e incluso gatear y empieza a tener interés por explorar su entorno. 

Ambas opciones ofrecen un espacio más o menos seguro en el que nuestros niños pueden jugar y moverse más a su aire y mientras están ahí los adultos podemos estar relativamente tranquilos.  ¿Por qué matizo lo de "relativamente"? Porque esto no consiste en "dejo al niño en el parque y me olvido". Que sea un espacio de libertad controlada exige de nuestra atención y supervisión continua y, por supuesto, de que tengamos en cuenta las siguientes cuestiones:

  • Más juguetes en el parque no significa mayor entretenimiento. Si aturullamos el parque con juguetes, por un lado el bebé prácticamente no podrá moverse y, por otro, se agobiará y no sabrá con qué jugar.
  • Debemos meter en el parque juguetes que sean seguros 100%
  • Los peligros potenciales, mejor lejos. Cuidadín con dónde poner el parque. Lejos de estanterías a las que el crío pueda echar mano, de enchufes, de ventanas, de puertas...
  • No es un aparcadero. Que el bebé no tenga la impresión de que lo aparcas en el parque. Si no, al poco tiempo, lo verá como un castigo en vez de como una ocasión para la diversión. Para que le coja apego, mejor dejarlo ahí ratitos no muy largos, y mientras está en el parque o en el corralito es aconsejable echarle piropos, cantarle, hacerle carantoñas...
  • ¿Parque o corralito? La elección os corresponde a vosotros en función del espacio de que dispongáis, de vuestras preferencias, de las de vuestro bebé, de vuestras circunstancias. En cualquier caso, fijaros al comprarlo que tenga todas las garantías y certificaciones de que se trata de una instalación segura.




martes, 13 de octubre de 2015

Juntos en un mismo proyecto

El apoyo de la pareja durante el embarazo es importante, pero durante el parto es especialmente valioso. Para quien decide acompañar a la parturienta durante estos momentos tan intensos, la asistencia a los cursos de preparación al parto se convierte en algo imprescindible. 

Ten en cuenta que cuando tu mujer/compañera se encuentre en pleno alumbramiento, será tu voz la que la guíe en el ritmo de las respiraciones que ayudarán en el trabajo de parto, será la fuerza de tus brazos la que reciba cuando a ella le empiece a faltar la suya, serán tus ánimos los que sienta a través de tus caricias.  

Por eso, una buena preparación permitirá que seas de gran ayuda. Quede claro que no debes participar del parto por obligación. Es una decisión que tú y tu mujer/pareja tendréis que tomar y sólo merecerá la pena tu implicación si tu presencia suma y aporta y facilitas la labor de parto.

Si no lo tienes claro, muy probablemente en las clases de preparación salgas de dudas sobre si estar o no presente. Son, por tanto, recomendables en todos los casos. Ponen en situación tanto a la embarazada como a sus parejas y las matronas que guían estas charlas explican el parto e introducen cuestiones básicas sobre la lactancia y el posparto, en general. Hasta te enseñan cómo cambiar los pañales, sacarle los gases al niño, cogerlo... esto es especialmente socorrido para madres y padres primerizos.

Hay una amplia gama de sesiones preparatorias. Infórmate de las que más se adaptan a tu forma de ser y a tus horarios. Las hay grupales y particulares, intensivas de fin de semana o regulares semanales, sólo para embarazadas o para embarazadas y acompañantes, con ejercicios prácticos, con pautas de respiración, con técnicas de yoga... la oferta es variada.