lunes, 16 de noviembre de 2015

Casi un equipaje de mano (el "por si..." no es una leyenda, ¡existe!)

Los bolsos o mochilas que las mamás y los papás cuidadores de niños pequeños usan en su día a día, además de contener los objetos personales habituales para moverse por la ciudad -cartera, llaves, pañuelos, caramelillos...-, están llenos de todas aquellas cosas que, dado el caso, pudieran hacer falta. El famoso "por si" no es una leyenda. Existe y una prueba fehaciente de ello son estos bolsos y mochilas a los que me refiero. 

Una muda, toallitas húmedas, algún pañal, algo para picar, un zumito, barritas de cereales, cremas tamaño muestra para sacar del apuro (para las rojeces del culillo, picaduras, quemaduras, anti-chichones...), algún supositorio de paracetamol o ibuprofeno, vaso, bol y cucharilla de plástico, algún librito de ilustraciones o juguete que no abulte/pese mucho, mordedor, un par de bolsas de basura... la lista la completa cada cual según su criterio.

Para evitar que se ensucien al ir mezclados con otras cosas en el bolso, es bueno que organicéis todos estos objetos en las llamadas "bolsas de bocadillos" o estuches/bolsas de viaje. Al final se convierten casi, casi en un equipaje de mano.



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